Hoy se cumple un año desde que Jhosuar David Mejía Gil desapareció. El niño de cinco años fue visto por última vez el 12 de mayo de 2024 junto a su madre en una esquina del barrio Nuevo Milenio, en Valledupar. Un año sin noticias, sin respuestas y con una herida abierta en el corazón de su familia.
“Pensamos en él cada minuto… abrazarlo, besarlo, nos hace muchísima falta”, expresó entre lágrimas su abuelo, Reinel Gil, al recordar la última vez que vio al pequeño. “Siempre alegre, siempre con un balón en la mano, todos los días salíamos a jugar”.
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Una cámara de seguridad captó el momento en que Angélica Gil, madre del menor, llegó en moto, lo llamó, lo subió al vehículo y tomó rumbo desconocido. Desde entonces, nadie ha vuelto a ver a Jhosuar.
Su abuela, Luz Marina Blanco, quien lo crió desde bebé, vive un duelo interminable. “Mi vida ha sido un infierno. Yo no como, no duermo. No se lo deseo a nadie. Ese niño era todo para mí… siento que no está en Colombia, porque lo han buscado hasta debajo de la tierra y no aparece nada”, relató con dolor.
Pese a que la Fiscalía capturó a la madre del menor en julio del 2024 por el delito de desaparición forzada, el paradero del niño sigue siendo un misterio. La mujer no ha entregado información relevante y actualmente enfrenta un juicio en el que la Fiscalía ha empezado a presentar pruebas.
Durante este año, la familia de Jhosuar ha liderado caminatas, velatones y jornadas de búsqueda en diferentes zonas del Cesar. A pesar del paso del tiempo, su esperanza sigue intacta: “Él está vivo, en cualquier momentico lo encuentran”, insiste el abuelo.
Mientras su fotografía sigue colgada en la pared de su casa, su familia no deja de repetir una promesa: no dejarán de buscarlo hasta encontrarlo.
