El Vaticano confirmó este lunes 21 de abril la muerte del papa Francisco a las 7:35 de la mañana (hora local) en su residencia de la Casa Santa Marta. La noticia fue anunciada en un mensaje grabado desde la capilla de la misma residencia por el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel.
“Con profundo dolor tengo que anunciar que el papa Francisco ha muerto. El obispo de Roma ha vuelto a la casa del Padre”, declaró Farrel visiblemente conmovido. El anuncio fue acompañado por los cardenales Pietro Parolin y Edgar Peña Parra, y el maestro de ceremonias Diego Ravelli, todos vestidos de oscuro y con expresión solemne. Farrel, como camarlengo, asumirá ahora la responsabilidad de gestionar el periodo de Sede Vacante, que se extiende hasta la elección del nuevo pontífice.
Francisco, de 88 años, había enfrentado complicaciones de salud en los últimos meses. Fue hospitalizado por una neumonía bilateral que lo mantuvo fuera de los actos litúrgicos de Semana Santa. A pesar de su frágil estado, sorprendió al aparecer el domingo en el balcón central de la Basílica de San Pedro para impartir la tradicional bendición Urbi et Orbi, lo que ahora se interpreta como su despedida final a los fieles.
Ese mismo día, el papa recorrió en papamóvil la plaza de San Pedro, saludando a los presentes y deteniéndose brevemente para bendecir a varios niños. Su rostro reflejaba agotamiento y sus movimientos eran lentos, pero su gesto emocionó a los presentes.
Horas antes de su muerte, Francisco sostuvo un breve encuentro con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, quien se encontraba en el Vaticano para un saludo pascual. La Iglesia Católica inicia ahora un nuevo periodo de transición. Pero el legado de Jorge Mario Bergoglio primer papa latinoamericano, jesuita y símbolo de cercanía con los más vulnerables permanecerá vivo en millones de creyentes que lo recordarán como “el Papa del pueblo”.
El mundo católico se prepara para despedir al hombre que cambió el tono del pontificado y llevó al centro del mensaje cristiano la compasión, la humildad y la justicia social.