Las horas que han vivido este fin de semana los parientes y amigos de la familia Cujia Rodríguez han sido amargas. Catorce días después del accidente de tránsito en el que los cinco integrantes de la familia perdieron la vida de forma trágica al resultar calcinados, finalmente, llegó el momento para que fueran sepultados en la población Los Haticos, en la Guajira, donde residían.
Los restos de los miembros de la familia (Marlon Cujia, su esposa Marcelina Rodríguez y sus hijos Kevin, de 21 años, Kelvin, de 18, y Kelner, de 12 años) salieron el viernes de Medicina Legal en Barranquilla, donde se encontraban para hacer el procedimiento oficial de identificación plena ante el Estado, con destino a una funeraria y de allí partieron a Los Haticos, a donde llegaron hacia las 9:20 de la noche.
Los cinco ataúdes fueron instalados en la casa en donde las víctimas vivían y que está ubicada en el centro de la población, por donde pasa la calle principal. Desde ese momento los parientes, amigos y vecinos de la familia acompañaron los restos hasta que pasada las 7:00 de la mañana de este sábado fueron trasladados a la cancha principal de Los Haticos, donde se hizo el funeral. Posteriormente, los ataúdes fueron trasladados al cementerio para el sepelio.
“Ha sido muy difícil esto que hemos vivido. Los cuerpos llegaron anoche y allí estuvimos. Esperamos que esto no quede así, exigimos justicia a las autoridades”, comentó Julio Cujia, hermano de Marlon, quien espera que esta semana se conozca qué va a ocurrir con las personas que se movilizaban en el otro vehículo implicado en el hecho.
De acuerdo con las autoridades el carro Wolkswagen Jetta de placa MCU chocó por la parte posterior al carro Mazda en el que se movilizaba la familia Cujia Rodríguez. Las víctimas estaban cerca de llegar a su destino, a su hogar en Los Haticos.