Ana Luz Rangel Peña, mujer cabeza de hogar, pudo volver con sus hijos y demás familiares a sus tierras despojadas en la época de la violencia y hoy la familia está feliz de poder regresar al territorio luego que el Magistrado de restitución de tierras fallara a su favor.
Con esta decisión, Ana Luz quien fue orientada por la Unidad de Restitución de Tierras, goza de un trato especial, preferencial y prioritario, no solo en el escenario de la reparación integral de sus derechos, sino en las medidas de asistencia y protección.
El predio restituido se encuentra ubicado en la vereda La Libertad, perteneciente al corregimiento de Las Palmitas, municipio de La Jagua de Ibirico, con una extensión de 21 hectáreas. Este fallo favorece a la beneficiaria y a su núcleo familiar que está compuesto por hijos y nietos.
Con la restitución del predio, la Unidad de Restitución de Tierras acompañará durante dos años a Ana Luz en asistencia técnica e implementación de un proyecto productivo en donde la entidad les entregará recursos que serán invertidos en las iniciativas concertadas con los beneficiarios para su seguridad alimentaria y emprendimiento rural.
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Dentro de las medidas de reparación contempladas en la sentencia están: la condonación de alivio de pasivos, el cual busca que se absuelva la deuda del impuesto catastral municipal a consecuencia del desplazamiento; la priorización para un subsidio de vivienda rural ante el Ministerio de Vivienda Ciudad y Territorio.
Los sucesos de abandono del predio de Ana Rangel y su núcleo familiar, se dieron en 2003, a causa de hechos atribuidos a las Autodefensas, quienes cometieron el asesinato del compañero sentimental y que hoy regresa a su predio.
El corregimiento de Las Palmitas está ubicado en una zona estratégica para los grupos armados ilegales por estar en medio de un corredor que conduce a la Serranía del Perijá, y a la frontera con Venezuela, es por esto que a mediados de los años 80 la guerrilla del ELN y el frente 41 de las Farc empezaron a transitar por la zona.
A mediados de los 90 la violencia se hace más fuerte en el corregimiento de Las Palmitas, con el ingreso de las Autodefensas. De acuerdo con los testimonios de algunos líderes de la zona, se pudo establecer que hubo un sin número de asesinatos, cuando un grupo de hombres armados ingresó al casco urbano y amenazaron a muchas familias.
Hoy gracias al fallo favorable del Tribunal de Restitución de Tierras, el acompañamiento de la Unidad de Restitución de Tierras y las demás entidades que conforma el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, Ana volverá a su predio y gozará de los derechos que un día fueron arrebatados.