En el Caribe colombiano, en medio de todos los retos que persisten, la reincorporación avanza, pese a que la pandemia ha afectado a la mitad de las iniciativas productivas de los excombatientes de Farc”, dijo Anna Pont, jefa de la regional Valledupar de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas, que cubre la región Caribe.
En una sesión informativa con medios regionales y citando el más reciente informe del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, sobre Colombia, Pont reiteró que la sostenibilidad del proceso de reincorporación, la cual sigue siendo una prioridad para el 2020, se ha visto afectada limitado por las medidas definidas para atender la pandemia, principalmente a causa de las consecuencias económicas en los proyectos productivos de excombatientes”.
Puntualizó que, “los desafíos tienen que ver, sobre todo, con la comercialización, a causa de las restricciones a la circulación, y la asistencia técnica, que se ha visto limitada por la brecha digital que existe en las zonas rurales”. Por ello, en este informe, presentado el 14 de julio en Nueva York, y que corresponde al periodo del 26 de marzo al 26 de junio de 2020, el Secretario General recomienda reforzar la asistencia técnica a los proyectos productivos y los esfuerzos para ayudar a los excombatientes a encontrar oportunidades comerciales para sus productos y servicios.
Asimismo, el actual informe reconoce cómo las partes trabajan juntas en medidas de prevención y mitigación del COVID-19 en los antiguos ETCR y comunidades aledañas, y cómo ha continuado la aprobación de proyectos productivos, beneficiando a cerca del 30% de personas en proceso de reincorporación.
El Caribe se reinventan para paliar la crisis
Pont dijo que, en medio de este difícil contexto, el Caribe colombiano, especialmente en lo que tiene que ver con los antiguos ETCR de Pondores, en La Guajira, y Tierra Grata, en el Cesar, en medio de muchos retos y dificultades, sigue siendo un ejemplo en materia de reincorporación. “Pese a que estos ETCR también han sufrido las consecuencias de la Pandemia y que la mayoría de sus proyectos productivos se han visto seriamente afectados, han podido, en muchos casos, adaptarse y encarar la crisis como oportunidad”. Destacó experiencias exitosas, como las de las iniciativas productivas de confecciones que, tras quedarse sin clientes por la pandemia, se dedicaron a hacer tapabocas, con el apoyo de la Agencia para la Reincorporación y Normalización, ARN, PNUD, la Misión de la ONU y la FAO.
Tapabocas con permiso INVIMA
“Hoy los proyectos de confecciones de Pondores y Tierra Grata tienen permiso del INVIMA para fabricar tapabocas y sus miembros han sido formados en protocolos de bioseguridad”, agregó Pont. A nivel nacional, son “once las iniciativas de excombatientes dedicadas a la producción textil (seis de las cuales están dirigidas por mujeres), que han empezado a confeccionar tapabocas, lo que demuestra su resiliencia y compromiso social. Miles de estos tapabocas fueron donados a poblaciones vulnerables”. “En los ETCR de Pondores y Tierra Grata, los excombatientes trabajan en un proyecto de vivienda con el que esperan establecerse y continuar su reincorporación a la vida civil. Su deseo de construir sus viviendas es un testimonio de su voluntad de paz. Estos espacios tienen hoy el doble de la población que cuando empezó el Proceso de Paz y allí han llegado a vivir familiares o nuevos miembros de familia de los excombatientes, han nacido sus hijos y construyen, en medio de todos los retos y desafíos, una nueva vida en la legalidad, lo cual significa un triunfo para la paz”. Lo anterior evidencia que “la asignación de tierras a excombatientes, tanto para viviendas como para proyectos productivos, continúa siendo un requisito fundamental para la sostenibilidad de la reincorporación”. La funcionaria aseguró que el informe del Secretario General reconoce el esfuerzo tanto del Gobierno como de los excombatientes para atender necesidades específicas, entre otras cosas en materia de acceso a la atención de la salud y servicios básicos, y para mejorar la asistencia técnica a fin de ayudarlos a implementar sus proyectos productivos.
Garantías de seguridad y acceso a tierra
Según la funcionaria, si bien hay varias cosas positivas que destacar, persisten grandes desafíos. El principal de ellos tiene que ver con las garantías de seguridad. “Los asesinatos de excombatientes, líderes sociales y defensores y defensoras de los derechos humanos han continuado durante la pandemia, lo que vuelve a poner de manifiesto que es urgente adoptar medidas inmediatas y concretas para hacer frente a este problema”. “En el período sobre el que se informa la Misión verificó 13 asesinatos (todos ellos de hombres), con lo que en 2020 suman en total 31 (incluidas 2 mujeres)”. Desde la firma del Acuerdo Final, la Misión ha verificado 213 asesinatos de exmiembros de las FARC-EP (incluidas 4 mujeres), 48 intentos de asesinato (incluidas 2 mujeres) y 15 desapariciones. Pont dijo que, del total de los asesinatos de excombatientes verificados por la Misión, dos de estos han ocurrido en el Caribe, uno en Sucre, y otro en Córdoba”. El informe hizo un llamado a la completa implementación del punto 3.4 del Acuerdo Final, incluyendo avances sustantivos en la política de desmantelamiento de grupos armados ilegales y criminales de parte de la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad; la aprobación, financiación y asignación de esquemas de protección, y mayores avances en el Programa Integral de Programa Integral de Garantías para Mujeres Lideresas y Defensoras de Derechos Humanos. Otro desafío mencionado por el informe y que es latente en el Caribe es como asegurar que las comunidades estén en el centro de todos los esfuerzos de construcción de paz. “En ese sentido es esencial proveer a las comunidades afectadas por el conflicto de infraestructura, servicios e inversión para llevarles seguridad y desarrollo por medio del despliegue integral de instituciones estatales”. La Jefa de la Regional Valledupar de la Misión de la ONU dijo que, en medio de este contexto adverso, el Secretario General y su Representante Especial en Colombia, el señor Carlos Ruiz Massieu, alientan a los colombianos y las colombianas a guiarse por objetivos comunes, especialmente: prevenir el contagio, apoyar a las personas más vulnerables, y a velar por mantener los logros del Proceso de Paz.