“La justicia cojea, pero llega”, este es el adagio que encaja perfectamente en la historia de una familia en la que dos de sus integrantes fueron asesinados en Valledupar hace casi 10 años, la cual conmocionó a la ciudad.
Era el mediodía del 18 de abril de 2012, cuando Darwin José Vega Gelvis, de 43 años, estaba afuera del colegio Milciades Cantillo con su hija Brenda Vega Wilches, de 11 años, esperando a su otro hijo, Brayan Breider Vega, quien después de salir del plantel educativo se acercó a un vendedor ambulante para comprarle un producto.
Cuando padre e hija aguardaban en el vehículo aparecen en la escena dos hombres en una moto y uno de ellos disparó en repetidas ocasiones, muchas de esas balas impactaron en Vega y en Brenda. Los victimarios huyeron de la escena, segundos después las víctimas fueron trasladadas a un centro asistencial, donde se confirmó que habían muerto. Mientras tanto, el vehículo reflejaba el horror del crimen consumado: los orificios ocasionados por las balas y la sangre de los protagonistas.
Un mes después la Policía anunció que habían sido capturadas las personas señaladas de cometer el doble crimen a plena luz del día y en medio de estudiantes y docentes de ese colegio, ubicado en la calle 44, en el sur de Valledupar.
Los identificaron como Alberto Enrique Tapia Machado, conocido como Albertico, y Darwin David Molina Marchena, alias Cara’e Perro. Legalizaron sus capturas, les imputaron cargos por homicidio y porte ilegal de armas de fuego.
Varias pruebas recolectaron la Sijin de la Policía y la Fiscalía para esclarecer este hecho, como el testimonio entregado por el hijo y hermano de las víctimas, quien vio cuando llegaron los sicarios al colegio.
“En ese momento observa que dos personas, que se encontraban en una motocicleta, y uno de ellos en la parte de frente del vehículo automotor, por el lado del conductor, le propina unos disparos”, relató la Fiscalía durante la etapa de juicio en contra de estas personas y que fue publicado hace un tiempo por Diario del Cesar.
El testigo había expresado a la Fiscalía que de “manera indubitable pudo observar que se trataba de las mismas personas” y esto ayudó a que se reforzara el trabajo del ente acusador.
Para que iniciara y se desarrollara la etapa de juzgamiento pasó mucho tiempo y fue por varias razones. Solo hasta el segundo semestre de 2021 culminó el juicio y el Juzgado Cuarto Penal del Circuito con funciones de conocimiento dio un veredicto encontrando culpables del doble homicidio. Solo esta semana el despacho emitió en cuánto tasó la pena. Albertico y Cara’e Perro fueron sentenciados a 47 años de prisión.
Según se ventiló, el atentado criminal se habría perpetrado por el rol de prestamista que tenía Alberto Tapia Machado.
