Con cadenas en su cuerpo, la voz entrecortada y una profunda desesperación, Orlando Jovany Castellar Ávila, de 55 años, extrabajador de la empresa Drummond, protagonizó este miércoles 25 de junio una protesta pacífica en las instalaciones de Colpensiones en Valledupar, exigiendo una respuesta definitiva a su proceso pensional, que, según afirma, lleva más de cinco años sin solución.
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“Colpensiones me está matando a mí y a mis hijos”, expresó angustiado Castellar, quien asegura que su situación ha afectado gravemente su salud física, emocional y la estabilidad de su familia. El hombre, que fue operador de camión minero durante ocho años, denunció que desde que le suspendieron la pensión ha tenido que vivir de casa en casa, sin recursos para alimentar a sus hijos, uno de ellos diagnosticado con autismo.
“Mi hijo de cinco años no estudia porque no tengo cómo pagarle una educación especial, vivimos cinco personas en un cuarto pequeño, a veces no comemos y a mis hijos les hacen bullying por vivir así”, relató conmovido.
La situación de Orlando Jovany es aún más compleja por las múltiples enfermedades que padece: diabetes, afecciones coronarias, espondiloartrosis degenerativa, pérdida auditiva en el oído derecho, hernias en la columna, túnel carpiano, trastornos psiquiátricos y secuelas de un accidente cerebrovascular. A pesar de las incapacidades médicas y de que ha ganado en primera y segunda instancia judicial, asegura que Colpensiones sigue dilatando el proceso e insiste en que aún puede trabajar.
“Me trataron como un delincuente. Yo no estoy robando nada. Pagué mi pensión legalmente. Trabajé y me enfermé en la mina”, afirmó. El manifestante aseguró que, incluso, ha tenido contacto con funcionarios nacionales como Jaime Dussán, presidente de Colpensiones, sin recibir hasta el momento una respuesta concreta. Castellar mantuvo su protesta de manera pacífica hasta las 4:00 de la tarde.
Desde Portal Enlace intentamos comunicarnos con Colpensiones para conocer su posición frente al caso, pero no obtuvimos respuesta.
