En un esfuerzo conjunto por preservar la lengua y la cultura de la comunidad arhuaca, el Centro de Investigación Motilonia, perteneciente a Agrosavia, entregó a las comunidades de Sabana de Crespo, en el municipio de Valledupar, ejemplares de una cartilla educativa traducida a la lengua arhuaca. Este documento, que se centra en el cultivo y las propiedades del frijol fortificado, servirá como material didáctico para la educación básica primaria y media en la región.
La cartilla, además de cumplir una función educativa, también celebra el proceso de introducción, armonización, aceptación, bautizo y diseminación de esta variedad de frijol dentro de la comunidad arhuaca. Su contenido está disponible en múltiples idiomas, incluyendo español, portugués, francés e inglés, además de la versión original en lengua arhuaca.
“Esto refleja un compromiso no solo con la preservación y respeto a la lengua y cultura indígena, sino también con la difusión del conocimiento a nivel internacional”, destacó Agrosavia en un comunicado.
Adriana Tofiño, investigadora del Centro de Investigación Motilonia y líder de esta iniciativa, subrayó la importancia del trabajo colaborativo con la comunidad: “Ha sido un proceso colaborativo cien por ciento. Es importante resaltar que articulamos la entrega en físico de la cartilla en lengua arhuaca con la entrega de las nuevas instalaciones de la escuela Geygekun, en mejores condiciones, a partir de la Fundación Ancla. Articulamos actores para que estos jóvenes arhuacos mantengan todos los lineamientos como guardianes del corazón del mundo”.
Por su parte, Román Torres, docente étnico de la escuela Geygekun, resaltó la importancia de la cartilla para la enseñanza del idioma arhuaco a las nuevas generaciones. “Los niños deben tener todas las herramientas necesarias para poder absorber los conocimientos, tanto ancestrales como técnicos. Es nuestra tarea ayudar a que esto pase para mantener nuestras tradiciones e integrarlas con nuevos saberes”, afirmó.
La cartilla, titulada en arhuaco “Azi kinki kawi wazwenno kunsamu nunaba ta ichu Ziti jwasi zweykwa nundi Iku’se nunaba ta,” que se traduce como “Descripción de los procesos ancestrales para el reconocimiento por el pueblo Arhuaco del fríjol biofortificado AGROSAVIA Rojo 43”, se convierte no solo una herramienta educativa, sino también un símbolo de preservación cultural y de intercambio de conocimientos entre comunidades.