Los embates de la temporada invernal se están reflejando en todo el departamento. Los primeros estragos de gran consideración se presentaron en septiembre en los municipios Curumaní, Pailitas y Tamalameque. Ahora, el turno es para el norte y el sur del Cesar.
De acuerdo con el jefe de la Oficina de Gestión del Riesgo departamental, Carlos Daza, las fuertes precipitaciones se han presentado básicamente en estos sectores, pero hay uno en especial donde ha habido más afectados.
“La zona que se está viendo más afectada es la zona norte”, dijo en Radio Guatapurí el funcionario, quien puntualizó que las alarmas están en La Paz (donde se desbordó el río Mochito), San Diego, Pueblo Bello, Valledupar, Manaure, entre otros. “Por su posición geográfica, la coyuntura genera que el agua sea un detonante”, explicó.
Claro está, también identificó que en municipios del sur como San Martín se han presentado inconvenientes con el desbordamiento de afluentes. Uno de esos es la quebrada Torcoroma, cuyas aguas inundaron varias casas de la vereda Puente Torcoroma.
Por último, informó que las labores de monitoreo y acompañamiento a los corregimientos continuarán debido a que aún la temporada de lluvias no da tregua. De acuerdo con el pronóstico del Ideam, la ola invernal va hasta finales de noviembre.