La música, la nostalgia y el orgullo se fundieron en una misma voz durante el homenaje rendido al artista Silvestre Francisco Dangond Corrales, quien fue declarado Hijo Adoptivo del municipio de La Paz, reconociendo su brillante trayectoria artística, su amor por las tradiciones del Cesar y su invaluable aporte a la cultura vallenata.
Fue una jornada cargada de emociones, donde el amor por el folclor, la gratitud y las raíces se hicieron protagonistas en cada rincón de este pueblo almojabanero. Desde el corregimiento de Varas Blancas hasta la plaza Olaya Herrera de La Paz, miles de silvestristas acompañaron al artista en una caravana que más que un homenaje, fue un reencuentro entre un hijo y la tierra que lo vio crecer como músico y como persona.
Un homenaje que nació del corazón de su gente
Un primer acto fue en la plaza de Varas Blancas, ahí el alcalde de San Diego, Unaldo Rocha Calderón, entregó un reconocimiento especial a Silvestre Dangond por su invaluable contribución al folclor vallenato y su capacidad de llevar, con orgullo, la identidad de esta región a escenarios nacionales e internacionales. A su vez, el compositor Crispín Rodríguez le otorgó una distinción en nombre del corregimiento de Varas Blancas, exaltando el cariño y admiración de su pueblo.


Desde allí, la gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuan Dávila, y Silvestre recorrieron la Ruta del Jilguero, visitando dos de los siete murales que hoy son lugares emblemáticos en La Paz, porque hacen memoria a Jorge Oñate, padrino musical y figura determinante en la carrera de Dangond. Ese lazo entre maestro y ahijado marcó para siempre el vínculo del cantante con el municipio de La Paz, que hoy lo reconoce como uno de los suyos.
La Paz le entrega su alma a Silvestre
La plaza Olaya Herrera fue el escenario central de este homenaje, donde miles de personas se congregaron para presenciar el acto protocolario en el que, en nombre de todos los pacíficos, se le confirió oficialmente el título de Hijo Adoptivo del Municipio de La Paz y la medalla Villa de La Paz, máximo galardón institucional otorgado por esta administración a quienes enaltecen su historia y sus tradiciones.
Asimismo, Silvestre recibió el título honorífico de “Guardia de Honor de las Tradiciones Pacíficas Vallenatas”, como símbolo de gratitud, respeto y admiración por su valioso aporte a la preservación del legado cultural que identifica a esta tierra del norte del departamento.
El reconocimiento fue entregado por Adalberto Ramírez, alcalde (e) del municipio de La Paz, acompañado por el Concejo Municipal, gestor de la iniciativa que nació del sentir popular y encontró eco en el respaldo del Gobierno del Cesar.
Durante el acto, la mandataria de los cesarenses exaltó la grandeza del artista y el poder de su música como símbolo de identidad y orgullo: “Queremos expresarte públicamente nuestro agradecimiento por haber llevado el vallenato por todo el mundo, logrando con tu voz y tu propia historia convertirlo en una bandera de identidad y de orgullo. Querido Silvestre, aquí estás desde el 12 de mayo de 1980, disfrutando de la vida y siendo espectador de este testimonio de devoción y respeto que tus incontables seguidores te estamos otorgando desde el principio de tu carrera musical. Este homenaje que hoy te hacemos es una minúscula pieza de todo el conjunto de enaltecimientos que cosechas con tu grandeza, con tu amor y especialmente con tu nobleza. Tu vida, Silvestre Francisco, créeme, para nosotros es una hermosa canción”, pronunció la gobernadora, Elvia Milena Sanjuan Dávila.
Por su parte, el artista, visiblemente emocionado, agradeció al pueblo pacífico y al Gobierno del Cesar por este reconocimiento que, según sus palabras, tiene un valor especial. “Qué hermoso volver a La Paz y volver en esta circunstancia, es un motivo muy especial para mí. A mis 45 años entendí por qué parte de mi niñez se hizo aquí en La Paz. Me unieron tantas cosas, mi padrino Jorge Oñate, mis acordeoneros por excelencia. Mi acordeonero principal que es Álvaro López. El primero con que grabé, Román López, y el de antes de grabar, el gran Maco”, refiriéndose a José Enrique Zuleta, expresó el artista en su intervención cargada de sentimiento y varias anécdotas.
“Queda mucho tiempo por recorrer mis queridos hermanos pacíficos. Y yo no me puedo negar a la posibilidad de volver a cantarles en un concierto como lo hacía antes” recalcó el artista y encendió la euforia de los presentes.
El vallenato es el lenguaje que nos une

El homenaje culminó con un show musical a cargo de Mario Cerchar y Chucho Ocampo, quienes interpretaron algunos de los éxitos de Silvestre Dangond ante un público que cantó a una sola voz. Cada acorde fue una muestra del amor y la admiración que el pueblo del Cesar y de La Paz siente por uno de los artistas más representativos del vallenato moderno.
Adalberto Ramírez, alcalde (e) del municipio de La Paz, envió un mensaje que reflejó el sentimiento colectivo: “Tu camino ha sido largo, pero es nuestro orgullo y gran satisfacción saber que ese camino inició precisamente aquí en estas calles raras. Las calles de los López, dinastía de acordeoneros, cantores, compositores de nuestra tierra almojabanera. Las calles de Jorge Oñate, El Jilguero de América, pionero del canto vallenato, que no dudó en reconocer en ti un futuro brillante y apadrinar tu vida musical. Hoy nos reunimos todos aquí para hacer honor a tu nombre, para reconocer de manera oficial lo que cada pacífico sabe desde tu nacimiento en la música, que eres hijo de este pueblo amado”, afirmó.
El vallenato: herencia viva del Cesar
El Gobierno del Cesar, consciente de que la música vallenata es patrimonio inmaterial y corazón de la identidad regional, ha acompañado con orgullo este homenaje, reconociendo en Silvestre Dangond a un artista que ha sabido trascender el escenario para convertirse en un símbolo de inspiración, disciplina y amor por la cultura.
Un artista que, a pesar de haber nacido en Urumita, La Guajira, se ha formado entre los paisajes, los afectos y las raíces de este territorio que respira acordeones y poesía. Su historia musical, como el mayor referente de la nueva generación en el vallenato, quedará guardada en el Centro Cultural y de Convenciones de la Música Vallenata, CCMV, así como la de varios artistas que con esfuerzo, talento y fe han logrado conquistar sus sueños sin olvidar de dónde vienen.
Con este acto, el Gobierno del Cesar, en articulación con la Alcaldía de La Paz, reitera su compromiso de preservar, promover y exaltar el folclor vallenato, fortaleciendo el legado cultural que nos representa ante el mundo.
Una noche que quedará para la historia al ser una manifestación de amor, de gratitud y de identidad. Una velada en la que las raíces hablaron más fuerte que las palabras, y en la que la música volvió a recordarnos porqué el Cesar es, y seguirá siendo, la cuna del vallenato.