Una tensa jornada vivió el municipio González, Cesar, luego que el hermano de la alcaldesa Katherine Mora Rosado, una empleada y dos escoltas fueran secuestrados por hombres armados en la vía entre González y Ocaña, Norte de Santander. El hecho ocurrió la mañana del martes 17 de junio, cuando los ocupantes de una camioneta oficial fueron interceptados por sujetos motorizados que los obligaron a descender y se los llevaron con rumbo desconocido.
La rápida reacción de las autoridades permitió activar una mesa interinstitucional de crisis en Valledupar, liderada por la Gobernación del Cesar, con participación de la Policía Nacional, la Quinta Brigada del Ejército, la Unidad Nacional de Protección (UNP) y autoridades de Norte de Santander. La operación coordinada permitió que, tras varias horas de incertidumbre, las víctimas fueran liberadas en zona rural de Teorama, Catatumbo.
“Positivo poder refrendar y confirmar una noticia que hace unos minutos nos pedía la posibilidad de ser prudentes. La Fuerza Pública tiene consigo en Ocaña, Norte de Santander, a las cuatro personas: el hermano de la señora alcaldesa del municipio de González, una señora que ayuda en labores y dos de sus escoltas, sanos y salvos. Para nosotros desde el Gobierno del Cesar es importante poder decir gracias a quienes lo hicieron posible y a quienes creyeron que hacer lo posible era pertinente. Le hemos ganado una partida”, anunció la gobernadora Elvia Milena Sanjuan al finalizar la Velatón Nacional por la No Violencia realizada en la plazoleta de la Gobernación.
Aunque no se ha atribuido el hecho a un grupo armado específico, las autoridades temían que los secuestrados fueran llevados a zonas controladas por disidencias de las FARC o estructuras ilegales del ELN que operan en el Catatumbo. Tras su liberación, los afectados fueron trasladados a Ocaña y se encuentran en buen estado de salud.
La alcaldesa Katherine Mora relató que en ese momento se movilizaba en un vehículo particular junto a su esposo e hijas, unos metros adelante de la camioneta interceptada. “Ellos me estaban esperando a mí, porque frecuentemente me transporto en la camioneta de la UNP, pero esta vez, como cosas de Dios, lo hicimos de otra manera”, expresó.
Los delincuentes se llevaron la camioneta oficial, chalecos antibalas, armas de los escoltas y pertenencias de los ocupantes. La mandataria reiteró el llamado al Gobierno Nacional para atender con urgencia la crisis de seguridad en la región. “La violencia nos azota y no hay garantías en el territorio”, señaló la mandataria.