Este martes 10 de junio el personal de enfermería del Hospital Regional San Andrés, en el municipio Chiriguaná, inició un cese de actividades como medida de protesta ante el incumplimiento en el pago de sus salarios y la prestación de servicios sin contrato por parte de algunas trabajadoras.
En un video difundido en redes sociales, la enfermera Yolima Pérez Troya, una de las voceras de la protesta, expresó que “la idea es que por lo menos nos paguen dos meses de salario con la liquidación y las prestaciones y nos den el contrato. Estamos aquí porque queremos esta institución y porque prestamos un buen servicio a pesar de todas las dificultades que hemos venido viviendo de algunos gerentes y otras personas”.
Pérez Troya también denunció presiones por parte de la administración. “Ayer me llevé la sorpresa que, por el solo hecho de pedir información de mis contratos y de mi salario, la respuesta del señor gerente interventor fue decir que tengo dos opciones: 1, pase derecho de petición; 2, lo más triste, decir que renuncie. Por qué voy a renunciar si estoy peleando por mi derecho, como todas las que estamos aquí”, manifestó.
La crisis laboral estalla poco después de que la gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuan, se refiriera al estado financiero del hospital, cuya intervención por parte de la Superintendencia Nacional de Salud concluyó recientemente. La medida se había iniciado en 2019, cuando la entidad presentaba pasivos por $33.000 millones. Sin embargo, tras seis años, la deuda apenas se redujo a $30.000 millones, lo que ha generado dudas sobre la efectividad de dicha gestión.
Los trabajadores de la salud exigen respuestas concretas sobre sus salarios y condiciones laborales, mientras diversos sectores de la comunidad piden una auditoría rigurosa sobre el uso de los recursos durante la intervención.
