A la finca Alepau, ubicada en el corregimiento Los Venados, al sur de Valledupar, llegaron funcionarios del CTI de la Fiscalía con apoyo del Ejército Nacional, para capturar a Ladimir Antonio Luna Cano, de 29 años, conocido como Ñato y Blacho, a las 6:35 de la noche del viernes 22 de marzo.
La razón: con la orden de arresto le informaban al Ñato que la Fiscalía tenía pruebas para demostrar que él le quitó la vida al ganadero Juan Felipe Ustáriz, conocido cariñosamente como Puro.
Luna Cano fue presentado en audiencia por la Fiscalía 9 seccional ante el Juzgado primero penal municipal ambulante con funciones de control de garantías de Valledupar, para que definiera su situación penal de manera inicial.
El despacho legalizó la captura, luego avaló la imputación de cargos por los delitos porte ilegal de armas de fuego, homicidio agravado e incendio. Luna Cano se declaró inocente en esta diligencia, pero sorpresivamente en la audiencia de solicitud de medida de aseguramiento en centro carcelario el Ñato decidió hablar y confesar que él mató al ganadero. “Acepto los cargos”, fueron las tres palabras que mencionó para allanarse.
Dos asesinos, una historia de sangre
Esta respuesta se da después del relato contundente de la Fiscalía sobre lo que ocurrió el día en que asesinaron a Juan Felipe Ustáriz, el cual se plasma a continuación:
“Estos hechos ocurrieron el 20 de enero de entre las 9:20 y 9:40 de la mañana, en la posesión San Joaquín, de la Finca Filadelfia. Juan Felipe llegó con Óscar Pupo, conductor, Daniel Almenares, para vacunar un ganado que estaba concentrado en la posesión San Joaquín, hacia las 7:30 de la mañana. En ese sitio estaban Jackson Cano Surmay, Onel Díaz, Manuel Cano Surmay y Julio Cesar Estrada, los cuales habían sido los encargados para recoger a las reses para llevar a cabo la vacunación.
“Estas labores de vacunación terminaron alrededor de las 9:20 de la mañana, donde se pudo establecer por parte del joven Juan Felipe Ustáriz que estaban haciendo falta unas reses y que además se habían encontrado unos terneros sin marcar. Por esta razón, decide llamar a su señora madre y contarle el hallazgo.
“Minutos después de esta llamada dos personas desconocidas, vestidas con camisas manga larga, guantes y pasamontañas, quienes portaban armas de fuego tipo revolver, intimidan a todos los que se encontraban en el sitio. Uno de los desconocidos increpó a los señores Jackson Cano Surmay, Onel Díaz, Manuel Cano Surmay y Julio Cesar Estrada, sometiéndolos, tirándolos al suelo.
“Mientras que la otra persona increpa a Óscar Pupo, a Daniel Almenares y a Juan Felipe Ustáriz. Los dos primeros quedan acostados en el piso, mientras que el joven Juan Felipe queda arrodillado. En ese momento uno de los sujetos lo levanta, lo agarra por el cuello, se lo lleva a las sillas traseras de la camioneta (de Ustáriz), la cual se encontraba parqueada a pocos metros, lo sube y le dispara en la parte de atrás de la cabeza.
“Cierra la puerta trasera del carro, regresa nuevamente donde se encontraba el resto de personas y también se encontraba su compañero, pidiéndole a este que le quitara los celulares a todos los que se encontraran en el sitio.
“Antes de irse la persona que disparó en contra de Juan Felipe les manifiesta: ‘cuidado se ponen en pie, porque si no, todos se mueren’. Y antes de volver a montarse en la camioneta le pega en la cabeza al señor Oscar Pupo y a Daniel Almenares con el revólver… le parte las cabezas a estas dos personas.
“El otro sujeto que tenía sometido al resto se sube de pasajero en la camioneta y arrancan a gran velocidad. Arranca no por el camino habitual, que se utiliza para llegar a la finca, sino por otro camino. A cuatro kilómetros con 400 metros, aproximadamente, de ese sitio donde asesinan a Juan Felipe, estas personas parquean la camioneta Nissan de placa JBQ-008, se bajan y con gasolina riegan toda la parte interna y externa de la camioneta con el cuerpo de Juan Felipe adentro, prenden fuego al vehículo. Lo dejan abandonado envuelto en llamas.
“Se logra determinar por testigo presencial de los hechos que la persona que levantó a Juan Felipe, lo llevó al carro y le disparó es el señor Ladimir Cano, alias el Ñato o Blacho”.
Elementos de investigación
Además de la declaración de ese testigo, la Fiscalía logró interceptar llamadas telefónicos que ayudaron a la investigación del mismo; además, instalaron unos micrófonos con capacidad de grabación de 80 horas en la finca Filadelfia. Además, se anexa trabajo de campo que hicieron investigadores para determinar qué personas ingresaban al predio. También las autoridades recibieron declaraciones de dos menores de edad.