En la mañana de este lunes 30 de octubre murió en un centro asistencial de Valledupar el reconocido periodista Jaime José Daza, conocido cariñosamente como JJ, y desde ese momento el gremio periodístico está nuevamente de luto. Su deceso se da después que le hicieran una operación por afectaciones que tenía en el corazón.
El hecho impactó trágicamente a sus colegas, debido al sentimiento que había hacia él; tanto comunicadores como autoridades de Valledupar comenzaron a expresar su pesar por su partida y recordar su talante como periodista, especialmente, al frente de un micrófono.
Portal Enlace contactó a varios periodistas para que contaran, bajo su perspectiva, quién era JJ. Dos de estas personas trabajaron con él en un periodo de tiempo en el noticiero de Maravilla Stereo. Se trata de Limedes Molina y Yohomar Navarro. Este medio de comunicación también refleja las impresiones de los comunicadores Nubia Mejía y Yolís Díaz y las trae a continuación.
Yohomar Navarro:
“JJ era un amigo especial para mí, con J compartí más de 10 años de trabajo, era una persona con un sentido del humor extraordinario, visionario, luchador, apasionado por la política. Él tenía una pasión desbordada por la política, era muy sagaz y muy hábil para descifrar estrategias. A veces parecía que lo que él decía no concordaba, no era coherente con la realidad, yo no sé cómo hacía, pero siempre tenía la razón. J era un gran amigo, siempre solidario, siempre cercano, siempre pendiente en qué ayudar, en qué podía solucionar, también tenía muy buenas relaciones para ayudar en todas las cosas en temas de salud. Amaba a su San Juan del Cesar, era diomedista 100%, no había nadie mejor en el mundo que podía hacer mejor música que Diomedes Díaz.
“J nos deja sorprendidos, adoloridos, inconformes, con su muerte tan repentina… tenía muchas esperanzas en el trabajo que estaba haciendo en la campaña de Ernesto Orozco y la estaba viviendo al máximo. Hoy nos encontramos con esta realidad difícil de aceptar”.
Limedes Molina Urrego:
“JJ fue el peleonero más querido que he conocido en mi vida. Yo me pegaba unas ‘agarradas’ con él, pero era porque yo lo quería calmar. Era un hombre muy acelerado, muy fogoso, pero tenía un corazón de gelatina, era muy humano. Con J liderábamos muchas campañas de ayudar a la gente con las EPS. Nos encontrábamos en eso. En eso coincidíamos demasiado. Hacía campañas muy exitosas y algo que le aprendí, que siempre llevo en el corazón y adopté como mía es: Yo no hago periodismo de aplausos. Porque así como era muy humano era muy fuerte a la hora de criticar y cuestionar lo malo que se estaba haciendo. A ese peleonero tan querido lo vamos a recodar siempre”.
Nubia Mejía:
“¡Ay Dios!, tan luchador, trabajador, generoso, desprendido, bondadoso, confrontador y polémico, pero me hacía caso. Recién fallecida mi mamá vino a mi casa para que me cambiara y fuéramos al Día del Periodista que nos celebraba en su primer año el Mello Castro… no sólo fue colega, sino un buen amigo que descubrí una mañana cuando hacíamos el programa ‘De frente con la comunidad’ en Radio Guatapuri.
“Me fui a Bogotá y volví a trabajar en la campaña a la Alcaldía de Ava Carvajal, ahí me volví a encontrar con Jota y desde ahí no paramos de hablar, me llamaba con mucha frecuencia para contarme sus logros y dificultades. La última vez que me contactó fue para informarme el estado de salud de su compadre Julio de la Rosa, pero para decirme que estaba en la clínica Médicos solo me dejó un mensaje escrito. Pensé que solo era una crisis de hipertensión, nunca me imaginé que Jota estaba de partida en este mundo. Lo recordaremos”.
Yolís Díaz:
“Si me preguntaran: ‘¿qué recuerda usted de JJ?’; diría que su amistad y humildad, su solidaridad con todos, apoyaba al necesitado y tenía algo: era humilde. Era excelente periodista y amigo de todos, reconocía en cada uno a un comunicador, al experimentado y bien ubicado como al que apenas comenzaba en esta profesión.
“Tenía dos amores, el Junior y su (selección de fútbol de) Argentina. Nunca le iba a la selección Colombia, gozó con el último título de su Argentina y Messi. Era uribista y pese a su posición recia nunca ofendió, al contrario, por su espíritu de mansedumbre lo sacaban de los grupos y no pasaba nada, discutía con sus contradictores, nunca ofendió, Jota era amable, solidario y amigo. Cuando veía que por su posición se molestaban prefería abandonar el grupo. Era decente”.