Una intervención forense en la hacienda Bethania, ubicada en el municipio de El Copey, Cesar, permitió el hallazgo de fragmentos óseos y elementos asociados que podrían corresponder a personas desaparecidas en el contexto del conflicto armado. Así lo anunciaron este lunes 16 de junio la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), durante una rueda de prensa conjunta.
El procedimiento se realizó luego de que la UBPD solicitara a la JEP una medida cautelar para ingresar al predio, luego de múltiples intentos fallidos de acercamiento con el propietario, quien negó el acceso al equipo técnico. La magistratura del Caso 09, que investiga crímenes cometidos contra pueblos y territorios étnicos, autorizó finalmente la intervención.
Los hallazgos forenses son el resultado de tres jornadas de trabajo adelantadas en septiembre de 2024, marzo y mayo de 2025, con el uso de tecnologías geofísicas, arqueológicas e histológicas. Según explicó Luz Janeth Forero Martínez, directora de la UBPD, fue necesario excavar más de tres metros de profundidad en una zona delimitada de 22 metros cuadrados, tras inspeccionar más de 1.400 m² en terreno altamente compacto.
“La investigación humanitaria y extrajudicial por más de dos años nos orientaba a este sitio como un lugar de interés forense. Intentamos todos los acercamientos posibles con el propietario, pero su negativa obligó a acudir al sistema para emitir una medida cautelar”, aseguró Forero.
La funcionaria recalcó la relevancia de este precedente, al tratarse de la primera vez que la UBPD solicita a la JEP una medida cautelar para intervenir un predio privado. Este paso permitió no solo el ingreso al lugar, sino también el respaldo de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP, con presencia de un fiscal que acompañó toda la labor de prospección y recuperación de restos.
Entre los hallazgos reportados se encuentran fragmentos óseos de origen humano, prendas de vestir masculinas y femeninas, así como otros elementos asociados que están siendo analizados para determinar su origen y posible identidad.
“Nosotros tuvimos que recurrir a técnicas histológicas porque el estado de deterioro de las estructuras era demasiado avanzado. No solo la estructura ósea cuenta una historia, también los elementos asociados y las transformaciones del terreno nos hablan del horror vivido allí”, agregó Forero.
Sobre la metodología que permitió dar con el punto exacto, Forero detalló que la intervención se dio en el marco del Plan Regional de Búsqueda del Ariguaní y el Río Magdalena, que concentra esfuerzos sobre más de 860 personas desaparecidas. “Fue crucial la colaboración de una persona que participó directa o indirectamente en las hostilidades. Su aporte nos ayudó a ubicar con precisión el sitio de interés forense. Esto muestra cómo el mandato de la Unidad permite formas efectivas de colaboración para la verdad”, señaló.
Por su parte, Ana Caterina Heyck Puyana, magistrada de la Sección de Revisión de Sentencias de la JEP, destacó el carácter articulado de la operación entre distintas entidades del Sistema Integral para la Paz. “Para que la medida cautelar fuera efectiva fue necesario expedir múltiples autos y coordinar con la Unidad de Investigación y Acusación, la Policía en territorio y por supuesto con la Unidad de Búsqueda. Es un ejemplo claro de cooperación interinstitucional”, afirmó la magistrada.
Los resultados de esta intervención ya están siendo evaluados por la Sala de Reconocimiento de Verdad de la JEP, que tomará próximamente nuevas decisiones judiciales en el marco del Caso 09.