En un fallo emitido el 18 de julio de 2024, el Juzgado Tercero Administrativo del Circuito Judicial de Valledupar ordenó al Hospital Eduardo Arredondo Daza (HEAD) indemnizar con casi $1.000 millones a los padres y familiares de un bebé de mes y medio de nacido, quien falleció en 2012 debido a una supuesta falta de atención médica adecuada para tratar un cuadro de meningitis.
Los hechos ocurrieron entre junio y agosto de 2012, cuando los padres del niño lo llevaron al HEAD, sede 450 Años, para ingresar al programa de crecimiento y desarrollo y recibir las vacunas correspondientes. Según el hospital, el bebé se encontraba en buen estado de salud. Sin embargo, una semana después del primer control médico, el niño presentó fiebre, y al ser llevado nuevamente al centro asistencial, fue diagnosticado con “otitis media aguda”.
El informe judicial detalla que el niño fue tratado con Amoxal y Acetaminofén para su recuperación en casa. No obstante, los síntomas empeoraron y el bebé comenzó a vomitar y a tener fiebre alta. En una visita de seguimiento, un médico general le administró 0.2 cc de Dipirona, un medicamento no recomendado para niños menores de tres meses. Tras esta intervención, el bebé sufrió convulsiones y una grave disminución de la respuesta inmunológica.
Posteriormente, el niño fue remitido a la Clínica Laura Daniela, donde se le diagnosticó sospecha de meningitis bacteriana. A pesar de los esfuerzos médicos, el bebé falleció el 14 de agosto de 2012. Desde entonces, la familia inició un proceso legal que ha culminado con la orden de indemnización por parte del Juzgado.
El Juzgado consideró que el personal médico del HEAD no realizó los exámenes ni siguió los protocolos adecuados para el diagnóstico y tratamiento de la meningitis, lo que contribuyó a la agravación del estado del menor. “Es evidente que debieron practicarse tratamientos distintos o prescribir otros medicamentos diferentes a los administrados”, se señala en el fallo.
Cabe destacar que este fallo es de primera instancia y el hospital ha presentado un recurso de apelación, buscando revertir la decisión judicial. La familia del niño espera que se haga justicia por la pérdida de su hijo, mientras el caso sigue su curso en los tribunales.