En un amplio espacio Aideth Mendoza Guerra, quien reside en el barrio San Joaquín de Valledupar, unió cada uno de los elementos que hacen parte vital de una casa festivalera y parrandera.
Esto le otorgó el mayor puntaje en el concurso de la Casa Festivalera que le otorgó el jurado integrado por Cecilia Rosa Castro Martínez, Carlos Luis Liñán Pitre y Jair González Vigna, bajo la coordinación de María Elvira Araújo Castro.
Al respecto Carlos Luis Liñán Pitre, miembro del jurado y Jefe de la Oficina de Cultura de Valledupar señaló. “El concurso de la Casa Festivalera es importante porque nos ayuda a recordar, a mantener las costumbres autóctonas vallenatas y para quienes concursan, el evento es una herramienta para expresar el amor por el Festival de la Leyenda Vallenata y la cultura de la tierra del Cacique Upar”.
Seguidamente resaltó que “Se eligió la casa de la señora Aideth Mendoza Guerra, porque supo convertir su hogar en una máquina del tiempo que nos hizo recordar a nuestros abuelos. Ese escena vivencial fue fruto de la nostalgia, un trabajo esforzado y, sobre todo, el amor por el vallenato”.
Para lograr la mejor calificación de su casa festivalera la ganadora utilizó elementos que enmarcan al viejo Valledupar, ese que marcó la pauta por su naturalidad, creatividad y el mayor sentido de pertenencia.
Los que se presentó ante el jurado fueron utensilios caseros, el sancocho, el pilón, el molino, el tinajero, la máquina de coser, pescados salados, flores del cañaguate, elementos de la Leyenda Vallenata en el encuentro de los indios y los españoles, son entre otras.
Esta casa festivalera es un referente vallenato, no solo por el concurso que ganó sino por la alegría que siempre manifiesta esta familia vallenata.El propósito de la Fundación Festival de la leyenda Vallenata al crear este concurso que ha tenido la mayor acogida, es conservar, mantener, fomentar y defender el patrimonio cultural y folclórico de Valledupar y estimular el espíritu creativo de nuestros artesanos y artistas aunados a la música vallenata,