La verdad secuestrada: un viaje por los matices del periodismo moderno

Por Juan Esteban Villero

El auditorio Carlos Murgas Guerrero, de la Universidad de Santander, se llenó de expectación cuando Iván Mejía Álvarez, periodista deportivo con más de medio siglo de trayectoria en radio, prensa y televisión, tomó el micrófono. Su voz, curtida por años de relatar las más apasionantes gestas del deporte, resonó con autoridad mientras abordaba “La objetividad y subjetividad en el periodismo de hoy en día”.

En su entrada, Mejía no se anduvo con rodeos: “En Colombia, a menudo secuestramos la verdad”. Fue una declaración polémica que capturó la atención de la audiencia. Explicó cómo los grandes noticieros del país son controlados por personajes inmersos en la política nacional, quienes deciden qué sale a la luz y qué permanece oculto. Un escenario preocupante para la libertad de prensa.

El experimentado comunicador transitó entonces hacia el impacto de las redes sociales en el periodismo. “Han sido el último gran invento, pero la nueva camada de periodistas no ha sabido utilizar tan maravillosa herramienta”, señaló con pesar. Una crítica a la falta de habilidades para aprovechar al máximo este poderoso canal.

Mejía, con su vasta trayectoria en el deporte rey, abordó la delgada línea entre objetividad y subjetividad en la cobertura futbolística. Utilizó como ejemplo la muerte de César Luis Menotti, afirmando que “la noticia en sí no se puede cambiar, esa es la verdad”. Sin embargo, la subjetividad entra en juego en el enfoque y la narración de cada periodista.

El auditorio se sumergió en una reflexión profunda cuando Mejía tocó el tema del nacionalismo en las transmisiones internacionales. Con Luis Díaz como caso de estudio, criticó a los narradores y comentaristas colombianos que parecen hablar solo del jugador cafetero durante todo el partido, dejando de lado a estrellas de igual o mayor calibre. Una situación que, según afirmó, se repite con los periodistas argentinos y su idolatría por los campeones del mundo.

En su cierre, Mejía no pudo evitar abordar el impacto de las apuestas y los carteles en el fútbol. “Se ha ido manchando a tal punto que parece más un negocio que una pasión”, lamentó con pesar. Un punto culminante que dejó a la audiencia pensativa sobre el futuro del deporte más popular del planeta.

Antes de ceder el micrófono, el reconocido comunicador quiso dejar una reflexión final para los estudiantes de periodismo: “Deben tener carácter, decir la verdad por más que a los demás o a la mayoría les pueda doler, pero en este campo no se puede ser tibio”. Un consejo contundente que resonó en el auditorio repleto de futuros profesionales del gremio.

La crónica de esta conferencia sería incompleta sin mencionar las reacciones del público. Muchos asintieron con tristeza ante las críticas al manejo de la verdad en los medios nacionales, mientras que otros aplaudieron las observaciones sobre el nacionalismo exacerbado en las transmisiones deportivas. Sin duda, Iván Mejía Álvarez logró generar un debate enriquecedor sobre los matices del periodismo moderno.

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