“Limpiamos el nombre de mi sobrino, él no era guerrillero”: familiares de Saulo Posada despidieron en Valledupar a víctima de un ‘falso positivo’

La JEP y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, UBPD, entregaron de forma digna el cuerpo de Saulo Posada Rada, quien fue asesinado por el Ejército y presentado como un “guerrillero” dado de baja en combate el 18 de agosto de 2002, en el Cesar.

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Aunque los familiares de Saulo Posada le hicieron las honras fúnebres, ya que su tía Reyes María Rada se dio cuenta de forma accidental que había muerto y su cuerpo se encontraba en la morgue de Medicina Legal, meses después se enteraron que sus restos ya no estaban en la bóveda.

La incógnita por desconocer por qué su cuerpo ya no estaba en el ataúd y a dónde fue a parar, generó tristeza en Reyes María, quien pidió ayuda en las autoridades, pero no tuvo respuesta. “Yo no creía en la justicia colombiana, porque el mismo Estado nos quitó a nuestro familiar”, dijo Reyes María Rueda.

Finalmente, en el 2024, la JEP decretó medida cautelar a los cementerios de Valledupar por la posibilidad que estuvieran sepultados los cuerpos de cientos de víctimas desaparecidas con ocasión del conflicto armado y que estaban sin identificar. Se presume que, en el caso de Saulo, su cuerpo fue trasladado al cementerio Jardines del Ecce Homo e inhumado en una fosa común.

El trabajo forense de la JEP y la UBPD permitió la recuperación de 107 cuerpos que estaban en una fosa en el cementerio Jardines del Ecce Homo y con el apoyo de Medicina Legal se logró el primer resultado. Saulo Posada fue identificado. “Dar las gracias, porque al fin nos pudieron devolver a mi sobrino”, dijo Reyes María.

La tía de Saulo manifestó que sufrieron de estigmatización muchos años, pero ahora que la JEP determinó que su sobrino fue víctima de un ‘falso positivo’ confirma lo que siempre supo: “Mi sobrino no era guerrillero”.

Esta semana, la familia de Saulo, en compañía de funcionarios de la JEP, la UBPD, amigos y víctimas de ‘falsos positivos’, participaron en un acto simbólico en el parque del barrio San Martín, de Valledupar, donde vivía la víctima.

“Hoy vuelvo al barrio como siempre, con la cabeza en alto, porque siempre supe que mi sobrino no fue un guerrillero, me siento complacida con la JEP, agradecida, de saber que hoy en día puedo portar una camiseta, en la cual yo luzco el rostro de mi sobrino, dándole saber a la gente que nunca fue un guerrillero”, manifestó Reyes María Rada.

Por su parte, la magistrada de la JEP, Ana Manuela Ochoa, dijo: “Estamos en la Jurisdicción junto con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas buscando otras personas. Y este es sin dunda un caso representativo, de unos de los patrones criminales del Batallón La Popa”. Posteriormente, se realizó una ceremonia religiosa en la iglesia del barrio San Martín, en honor a Saulo Posada, y luego su cuerpo fue trasladado a un cementerio Jardines del Ecce Homo, donde fue despedido por sus seres queridos.

Post Author: Renier

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