Al llegar la ventolera decembrina, empiezan a escucharse en todos los rincones del Caribe melodías inmortalizadas por la voz de uno de los más grandes de la música de Caribe, el maestro Adolfo Echeverría, quien falleció esta mañana en la clínica General del Norte de Barranquilla.
La leyenda de la música, compositor de temas como Amaneciendo, Las cuatro fiestas, La subienda del pescao, La Tormenta, Inmaculada y Gloria Peña, entre muchas otras canciones, fue internado desde el 4 de diciembre tras presentar nuevas complicaciones de salud.
“Presentó convulsiones por una isquemia cerebral, se quedó dormido desde el 4 deciembre y no despertó más. Fue la voluntad de Dios, esta vez la isquemia fue fuerte, también el líquido que tenía en los pulmones lo complicó. ”, dijo en entrevista con EL HERALDO su esposa Anastasia Arrieta, quien por segundo año consecutivo en vísperas de las fiestas de su patrona, la virgen de la Inmaculada Concepción de María, llegaba a la clínica en estado de gravedad.
En marzo del 2017, el cantautor fue intervenido quirúrgicamente para amputarle sus dos piernas debido a una obstrucción arterial en los miembros inferiores, según confirmó en su momento el médico Carlos Severini.
Después de la cirugía, su vivienda fue adecuada para que el intérprete pasara su convalecencia en su casa ubicada en el barrio Los Almendros de Soledad, pero en julio tuvo una nueva crisis que lo llevó de urgencias, tras sufrir cinco convulsiones y dificultades ocasionadas por una bacteria.
Echeverría nació el l3 de septiembre de 1932. El artista creció en el barrio San Roque y en 1961 emprendió su trayectoria musical grabando su primer sencillo junto a la agrupación El cuarteto del Mónaco.
Tocando todos los miércoles con su orquesta en Emisora Atlántico, conoció a Nury Borrás, la intérprete de su primer y gran éxito Las Cuatro fiestas, lanzado en 1965 bajo el sello de Discos Fuentes.
Echeverría ganador del Congo del Oro en 1977 a mejor orquesta del Carnaval de Barranquilla, dejó un legado para cultura y las tradiciones musicales de la ciudad y del país.
Tomado de El Heraldo