Se repite la misma historia que ocurrió con la patinadora Andrea Cañón, quien se fue a Bolívar por falta de apoyo y ha sido campeona mundial de su categoría, actualmente hace parte de la Selección Colombia. La historia de Hernán Alarcón, el joven boxeador que ganó medalla de oro en los pasados Juegos Deportivos Nacionales representando a Boyacá, a donde se fue porque no encontró lo que necesitaba en Cesar.
Esta vez, perdemos a otra deportista con un futuro prometedor. Se trata de la atleta Natalia Linares, quien es una de las mejores cartas que tiene el Cesar en el atletismo, actual campeona sudamericada y que se perfila como la próxima Caterine Ibargüen.
Esta vez, la vallenata se va del Cesar para la Liga del Magdalena, después de pedir muchas veces ayuda:
“Hace tiempo era una posibilidad, pero hoy es una realidad, debido que me cansé de esperar, con los dirigentes todo son promesas, no se hacen hechos. mi preparación como deportistas tiene unos gastos que cubría mi mamá pero con vista a mundial Sub 20, juegos Bolivarianos son gastos que no puede seguir supliendo ella, entonces pedimos ayuda y nada”, manifestó Linares.
Ante la negativa decidió escuchar otras propuestas y una fue la que aceptó: “encontramos en Magdalena lo que no me ofrecieron en Valledupar. Me dan una pista atlética adecuada para entrenar, un estadio, gimnasio a mi disposición, una manutención y le pagarán a mi entrenador”.
Aunque estuvo hace un mes en Valledupar, Natalia cree que tomó la mejor decisión para conseguir sus objetivos por eso, prefiere seguir adelante.
“Los sueño se hacen realidad, hay que tener disciplina y pasión, por lo que se quiere. Mi pasión es el deporte y eso es lo que quiero para vivir”, concluyó.