Además de los alimentos, sobre todo el queso, la gasolina y muchos más productos, el servicio de energía cada vez se pone más caro, incrementando también la preocupación de los usuarios en el Cesar.
En el segundo semestre del 2022 las autoridades informaron que el kilovatio de la electricidad estaba por encima de los 700 pesos y de acuerdo con los pronósticos en diciembre estaría rozando los 1.000 pesos, incluso más.
Esto no ocurrió, sin embargo, poco a poco el valor ha ido subiendo y está cerca de llegar a los 900 pesos. “El costo calculado, que es el que nos aplican en la factura, aumentó 14,22 pesos, pasando de 885 pesos a 899 pesos. Eso se debe también al incremento del IPC (Índice de Precios al Consumidor)”, explicó el defensor de los usuarios de servicios públicos y experto en el tema Erney Galván a este medio de comunicación.
Para Galván se necesita que el presidente Gustavo Petro encuentre una estrategia que evite el incremento del precio sin que se extralimite en sus funciones a través de la Comisión Reguladora de Energía y Gas, Creg.