Arnoldo Galarcio, un vigilante de 56 años, aseguró haber vivido una experiencia paranormal hace más de una década mientras cumplía su turno nocturno en el Palacio de Justicia de Valledupar. Según Galarcio, una noche de tormenta en 2013 fue testigo de apariciones inquietantes en el edificio donde laboraba. Entre el sonido de una fuerte lluvia y el constante aullido de los perros, el vigilante dice haber visto la figura de una mujer sin rostro, con cabello largo y vestida de blanco.
“Intenté hablar, pero mi voz no salía. Mi cuerpo estaba paralizado y mi mente en shock”, relató Galarcio. Según su testimonio, también se le apareció un hombre alto, de tez oscura y sin rostro, que vestía una guayabera, el cual lo levantó y lo lanzó al suelo. “Un Fiscal que falleció de un infarto y una Juez en accidente”, así lo afirmó el vigilante, ambos desaparecieron al interior de las oficinas judiciales sin dejar rastro.
Este evento, sumado a otros hechos paranormales reportados por colegas y otros vigilantes del lugar, hizo que muchos trabajadores evitaran quedarse en el edificio después de las 6 p.m. Las cámaras de seguridad, según Galarcio, captaron imágenes de él deslizándose por el suelo, pero ninguna otra figura fue visible en los videos. Las cámaras presentaron fallas justo en las áreas donde él describía las apariciones.
Después de este evento, Galarcio sufrió secuelas psicológicas que afectaron su vida cotidiana. “Mi padre, ya anciano, me advirtió: ‘si le viste el rostro, podrías haber perdido la razón'”, relató. Aseguró que tras su experiencia se llevaron a cabo misas en el edificio y que él ha cambiado su percepción de lo sobrenatural.
“Encomiéndense a Dios”, concluyó. Advierte a los escépticos que no subestimen lo desconocido. Este relato se ha convertido en una historia local que despierta interés cada Halloween.
