Este 14 de abril se cumplen ocho años desde que el mundo del vallenato se vistió de luto por la trágica partida de Martín Elías Díaz Acosta, quien falleció a los 26 años en un accidente de tránsito en la vía Coveñas–San Onofre, Sucre, tras ofrecer su última presentación en Coveñas.
Desde entonces, cada aniversario de su partida se ha convertido en una fecha sagrada para el llamado martinismo, movimiento que reúne a fanáticos de distintas partes del país que se congregan en el cementerio Jardines del Eccehomo de Valledupar para rendirle homenaje.
Un recuerdo que no se borra
Luz Pérez, fiel seguidora del artista, visita el cementerio cada año en su cumpleaños y el día de su fallecimiento. “Lo recuerdo como un muchacho alegre, extrovertido, noble… tenía una nobleza que no se puede comparar. Las canciones que más me marcan son Te amaré y 10 razones para amarte”, relató con emoción.
Otro de sus seguidores, Wilcan Carranza, no falta ningún año. “La humildad de ese muchacho, el cariño, sus canciones, su talento… todo eso estará siempre en nuestros corazones. Alegre, feliz. 10 razones para amarte es mi favorita; se la dediqué a mi esposa”, compartió.

Por primera vez, Rubi Meza viajó desde Bogotá para visitar el lugar de descanso de su ídolo. “Con mucha nostalgia… me duele como si fuera mi hijo. Escucho sus canciones y las vibro. Él es consentido. La canción que más me llega es la que le canta a su esposa, desde el video, todo es hermoso”, expresó entre lágrimas.
El amor de su familia sigue intacto
En medio de flores, oraciones y recuerdos, también hicieron presencia miembros de su familia, como su tío Elver Díaz y su hermano, el también cantante Rafael Santos Díaz, quien agradeció al público por no dejar morir el legado de Martín.
“Martín es inolvidable. Martín vivirá por siempre en mi corazón por esa imagen de niño noble, sencillo, lleno de amor. Es un orgullo que el martinismo se acerque cada año a esta fecha. En vida, él entregó toda su capacidad, su humildad, su música… y por eso es justo acompañarlo, no dejarlo morir nunca”, declaró emocionado.
Rafael Santos cerró su intervención con una anécdota y uno de los primeros versos que le enseñó a su hermano cuando tenía seis años: “Gallito kirikiri, hijo de gallina loca, si no me aguantas a mí, mejor cállate la boca”. Luego, dirigió una oración por el alma de Martín, a quien considera como su propio hijo.
A ocho años de su partida, el legado de Martín Elías continúa vivo en cada letra que dejó, en cada tarima que llenó de energía, y en cada corazón que aún se estremece al escucharlo.
Este 14 de abril se cumplen ocho años desde que el mundo del vallenato se vistió de luto por la trágica partida de Martín Elías Díaz Acosta, quien falleció a los 26 años en un accidente de tránsito en la vía Coveñas–San Onofre, Sucre, tras ofrecer su última presentación en Coveñas.
Desde entonces, cada aniversario de su partida se ha convertido en una fecha sagrada para el llamado martinismo, movimiento que reúne a fanáticos de distintas partes del país que se congregan en el cementerio Jardines del Eccehomo de Valledupar para rendirle homenaje.
Un recuerdo que no se borra
Luz Pérez, fiel seguidora del artista, visita el cementerio cada año en su cumpleaños y el día de su fallecimiento. “Lo recuerdo como un muchacho alegre, extrovertido, noble… tenía una nobleza que no se puede comparar. Las canciones que más me marcan son Te amaré y 10 razones para amarte”, relató con emoción.
Otro de sus seguidores, Wilcan Carranza, no falta ningún año. “La humildad de ese muchacho, el cariño, sus canciones, su talento… todo eso estará siempre en nuestros corazones. Alegre, feliz. 10 razones para amarte es mi favorita; se la dediqué a mi esposa”, compartió.
Por primera vez, Rubi Meza viajó desde Bogotá para visitar el lugar de descanso de su ídolo. “Con mucha nostalgia… me duele como si fuera mi hijo. Escucho sus canciones y las vibro. Él es consentido. La canción que más me llega es la que le canta a su esposa, desde el video, todo es hermoso”, expresó entre lágrimas.
El amor de su familia sigue intacto
En medio de flores, oraciones y recuerdos, también hicieron presencia miembros de su familia, como su tío Elver Díaz y su hermano, el también cantante Rafael Santos Díaz, quien agradeció al público por no dejar morir el legado de Martín.
“Martín es inolvidable. Martín vivirá por siempre en mi corazón por esa imagen de niño noble, sencillo, lleno de amor. Es un orgullo que el martinismo se acerque cada año a esta fecha. En vida, él entregó toda su capacidad, su humildad, su música… y por eso es justo acompañarlo, no dejarlo morir nunca”, declaró emocionado.
Rafael Santos cerró su intervención con una anécdota y uno de los primeros versos que le enseñó a su hermano cuando tenía seis años: “Gallito kirikiri, hijo de gallina loca, si no me aguantas a mí, mejor cállate la boca”. Luego, dirigió una oración por el alma de Martín, a quien considera como su propio hijo.
A ocho años de su partida, el legado de Martín Elías continúa vivo en cada letra que dejó, en cada tarima que llenó de energía, y en cada corazón que aún se estremece al escucharlo.