Una deuda de apenas $15.000 habría desencadenado el violento asesinato de Jesús Alberto Fábregas Acosta, de 26 años, en la noche de este martes 17 de junio en la manzana 21 con carrera 25 del barrio Mareigua de Valledupar. Según las primeras versiones, el joven, quien trabajaba como volquetero, fue atacado a tiros cuando se encontraba cerca de su residencia, recibiendo un impacto a la altura del abdomen.
En el mismo hecho resultó herido su hermano, Juan Sebastián Muñoz Acosta, de 21 años, quien presenta un impacto con orificio de entrada y salida a la altura del brazo derecho y permanece bajo atención médica en el hospital Eduardo Arredondo Daza, sede San Martín.
De acuerdo con la madre de las víctimas, Isabel Acosta Rivera, la disputa se habría originado por el retraso en el pago de una cuota a un “cobra diario”, una modalidad informal de préstamo que, a veces, opera bajo intimidaciones y amenazas. “Mi hijo el que está en el hospital me pidió que pagara el día, pero yo no tenía. Él dijo que lo hablaría con el cobrador, pero este respondió con amenazas de muerte”, narró entre lágrimas.
La mujer relató que los agresores, quiénes eran vecinos del sector y conocidos desde la infancia, interceptaron a sus hijos cerca de su casa, los emboscaron y dispararon sin piedad. Aseguró que cinco hombres armados estaban escondidos en una terraza esperando el paso de los jóvenes. “Mi hijo no debía nada. Solo fue a visitarme. Lo mataron sin darle oportunidad de defenderse. Dejó a su esposa embarazada y a un niño de ocho años”, expresó.
La madre también denunció que tras el crimen no recibió acompañamiento inmediato de las autoridades y que, pese a tener un niño discapacitado en casa, quien resultó herido por estas mismas personas, no se brindó protección tras los hechos.
La familia identificó a algunos de los presuntos agresores, entre ellos dos hermanos conocidos como Luis y Deiby Almenares, y señalaron como responsable del dinero prestado a un hombre apodado “Rafa el Volquetero”, presunto jefe del grupo de prestamistas.
El caso ha conmocionado a la comunidad del barrio Mareigua, donde los vecinos exigen mayor presencia de las autoridades y el desmantelamiento de redes de cobra diario que operan con violencia y amenazas en la zona. Las autoridades confirmaron que investigan los hechos y que ya se tiene información sobre los presuntos responsables, quienes huyeron del lugar tras el ataque.
Mientras tanto, una familia llora la pérdida de un joven trabajador y clama para que su muerte no quede en el olvido. “A mi hijo me lo mataron por una deuda que no era suya. Le pido justicia al alcalde, a la gobernadora, a todo el que pueda ayudarnos. Esto no puede volver a pasar”, concluyó Isabel Acosta.
Vea la nota completa aquí: