¿Qué hay detrás de la caída del proyecto para crear sede de la UPC en La Jagua de Ibirico?

Este jueves se conoció otro capítulo más dentro de la novela que se ha tejido en el proceso de crear una nueva sede de la Universidad Popular del Cesar en el municipio de La Jagua de Ibirico en el Cesar.

Un episodio definitivo, teniendo en cuenta que salió a la luz una recusación hecha por el profesor Eduardo García en contra de 8 de los 10 consejeros que debían presentarse a la sesión del Consejo Superior Universitario, fundamentado en presuntos intereses personales del proyecto.  Esta situación que los obligó a ausentarse de la reunión para darle el trámite correspondiente de acuerdo a la norma interna.

Al no realizarse la reunión, se acabó el plazo para la definición de la nueva sede y por ende, los 14 mil millones de pesos anunciados por el Gobierno Nacional para la primera fase se perdieron.

La recusación fue contra los consejeros Carlos Morón Cuello (representante de los exrectores), Juan Nacimiento (representante de los estudiantes), José Carlos Pérez Yanci (representante de los egresados), Joaquín Manjarrez (representante de los gremios), Guillermo Echavarría, (representante de los docentes), Armando Luis Cotes de Armas (representante de las directivas académicas), Xavier Estrada, (representante del ministro de Educación), y el rector Rober Romero.

El Presidente del Consejo Superior Universitario Xavier Estrada, delegado del Ministerio de Educación Nacional, manifestó preocupación profunda ante lo que podría ser “una serie de artimañas jurídicas promovidas por personas con intereses mezquinos y politiqueros” que impidieron la realización del consejo superior en el que se tomaría una decisión “trascendental para el futuro educativo del departamento del Cesar”.

Estrada hizo referencia a la recusación masiva contra siete de nueve consejeros por parte de García Contreras, “lo que no permitió la sesión”.  A esto se le suma que, la gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuan, quien no estaba recusada, no asistió. 

Los miembros presentes fueron: Guillermo Echavarría, Armando Cotes, Juliana Guerrero, Rober Romero, y Estrada. Este último lamentó la ausencia de la Gobernación del Cesar: “A pesar de haber participado ese mismo día en un acto educativo en San Diego, donde reconoció que solo el 49% de los bachilleres acceden a la universidad.  Su presencia era esperada y necesaria”.

El representante del ministro, calificó el documento de recusación de “temerario”, y aseguró no conocer a García Contreras, “Me informaron que fue docente en la UPC, y al parecer, tiene intenciones de aspirar a la rectoría”. Lo que generaría serias dudas sobre la objetividad y los verdaderos intereses detrás de su acción. Para Estrada de ser así, no se trataría de un acto espontáneo, sino de una jugada calculada que afecta directamente a los jóvenes del Cesar.

La otra parte

Juan Nacimiento, representante de los estudiantes ante el Consejo Superior Universitario, aseguró que lo que sucede con la sede de la Jagua de Ibirico viene desde la administración pasada de ese municipio. En el 2023 se había obtenido el lote para la creación. Pero, “ocurrió que por un tema de desorden por parte de la administración de la UPC y circunstancias lamentables con denuncias a nivel nacional frente al tema, unos mensajes de Mineducación sobre eso, ese proceso se cayó en el 2023. Ahora en 2025 se retomó la idea, ya con lote, para impulsar la sede. Pero nuevamente se han presentado algunas irregularidades”, dijo.

Añadió que, el  21 de octubre se nos cita a una sesión en La Jagua de Ibirico donde se esperaba la creación de la sede, pero no se había hecho ningún tipo de socialización del proyecto, sino que solo dos días antes se nos compartieron unos documentos del concepto jurídico donde se establece que no había viabilidad jurídica, ni un convenio institucional para la financiación de la sede. Además el concepto técnico no tenía ningún grado de validez porque no establecía en el análisis económico, ni la proyección de datos, ni ninguno de los requisitos mínimo para interpretar cómo se iba a sostener esta sede y se corría el riesgo de que los recursos salieran de las sedes de Valledupar y Aguachica”.

Lo cierto es que hoy, desde el alcalde de La Jagua de Ibirico, Leonardo Hernández como muchos en el Cesar, lamentan que esta situación los aleje de hacer realidad su sueño de tener sede propia como lo quiso el propio Presidente Gustavo Petro, quién desde hace tiempo dijo que el corredor de la vida lo merecía.

Portal Enlace pudo conocer de forma extraoficial que el daño colateral de la suspensión de esta sede se dio en el fondo por varios puntos. Uno de ellos, el más fuerte, diferencias políticas contra el actual rector Rober Romero.

Post Author: Tatiana Orozco

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