Red de mujeres del Cesar rechazó vinculación laboral en la Alta Complejidad del médico condenado por acceso carnal

El movimiento amplio de mujeres del Cesar, rechazó la vinculación laboral del médico Antonio Figueredo en una Clínica de Valledupar, argumentando que cuya “acción envía un mensaje de impunidad frente a las violencias contra las mujeres“.

Figueredo, quien fue condenado a 16 años por delitos de violencia intrafamiliar, lesiones personales y acceso carnal violento contra su colega y subalterna María Paula Pizarro, en hechos ocurridos en el departamento de Santander en 2023; tiene hoy la posibilidad de seguir desempeñándose en un cargo similar después que un juez le decretara la medida de aseguramiento de casa por cárcel y posteriormente le concedieran el permiso de traslado a la ciudad de Valledupar, donde se tiene conocimiento estaría laborando sin ninguna restricción en la Clínica de Alta Complejidad. 

“El movimiento amplio de mujeres del Cesar, integrado por organizaciones sociales y defensoras de los derechos de las mujeres en este departamento, hace un llamadocontundente frente la impunidad que estos hechos representan; pese a que fue demostrado ante la ley la comisión de los delitos y el daño causado contra la víctima, quien no sólo tuvo que salir del país por su seguridad y abandonar su proyecto de vida, sino por la gravedad de los hechos, en tanto se siguen conociendo más denuncias de otras mujeres; representando un peligro contra la sociedad, especialmente para las mujeres que están a su alrededor”, dice el comunicado enviado por la red.

Agregaron que “todo esto se presenta en medio del alarmante aumento de los feminicidios en el país y en el departamento del Cesar, de los cuales seis (6) han ocurrido en 2024, el último contra Yulieidis Patricia Gámez Gutiérrez por parte de su pareja en el corregimiento de Los Venados – Valledupar el pasado domingo 9 de junio; demostrando como este tipo de asesinatos son el culmen de otras Violencias Basadas en Género que no fueron atendidas,ni sancionadas, ni prevenidas; imponiendo obstáculos a las mujeres para que denuncien al perder la confianza en las instituciones responsables”.

Por todo lo anterior, la red de mujeres exige la revisión y ajuste de la medida otorgada al médico Antonio Figueredo, en tanto, la interpretación que hace el condenado sobre el traslado, no necesariamente significa autorización o permiso para trabajar por fuera de la prisión domiciliaria así esta sea en otra ciudad diferente de donde ocurrieron los hechos. 

A la justicia, la red de mujeres reitera el cumplimiento de su papel sancionatorio y aleccionador porque toda sentencia envía un mensaje a la sociedad y a quienes cometen este tipo de violencias, sobre todo porque en Colombia la administración de justicia está obligada a incorporar criterios de género al solucionar sus casos tal y como lo establece la Corte Constitucional en las Sentencias T-878 de 2014; T012 de 2016 y T590 de 2017, en cumplimiento de normas nacionales y tratados internacionales, especialmente para “Establecer la protección jurídica de los derechos de la mujer” entre otras disposiciones. 

“Advertimos con gran preocupación que esto, esté revictimizando a las mujeres, situación que las invisibiliza y niega como sujetas de derechos a una vida libre de violencias, y amplia las brechas de discriminación y exclusión histórica”, dice otro aparte del comunicado donde convocan a la Clínica de Alta Complejidad y a la sociedad en pleno a rechazar tajantemente las violencias contra las mujeres y las distintas expresiones de impunidad e invisibilización de lo que les ocurre cada día a miles de mujeres.

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