Uno de los menores implicados en el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay se fugó en las últimas horas de un centro de atención del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), generando preocupación en las autoridades judiciales y políticas del país.
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Se trata de un joven de 17 años que se había entregado voluntariamente a las autoridades el pasado 25 de julio y cuyo testimonio era considerado fundamental para esclarecer los hechos ocurridos el 7 de junio en el barrio Modelia de Bogotá, donde hombres armados intentaron atentar contra el congresista durante un evento político.
La fuga fue confirmada por la Procuraduría General de la Nación, que emitió un fuerte pronunciamiento exigiendo explicaciones inmediatas al ICBF, entidad responsable de su custodia. “Este despacho ha iniciado las indagaciones correspondientes para establecer la responsabilidad de estos hechos y pide a las autoridades trabajar para dar con su paradero lo más pronto posible”, expresó el organismo en un comunicado.
Según la Fiscalía General de la Nación, el adolescente había manifestado su voluntad de colaborar con la justicia. En su primera declaración, reveló detalles sobre una reunión en la que se habría planificado el ataque y señaló como presunto coordinador a Elder José Arteaga Hernández, alias El Costeño, actualmente recluido en el búnker de la Fiscalía.
La desaparición del menor ocurre justo antes de un segundo interrogatorio en el que se esperaba ampliar información sobre los autores intelectuales y otros elementos clave del caso. Su fuga representa un golpe significativo para el avance del proceso judicial, en el que ya hay seis personas imputadas.
Las autoridades adelantan operativos de búsqueda, mientras crecen las críticas por las condiciones de custodia y seguridad del menor de edad, considerado como testigo clave en este caso que ha impactado al país.
