En una declaración contundente, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, anunció que solicitará a la Corte Penal Internacional (CPI) una orden de arresto contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Esta petición se basa en la acusación de Almagro de que Maduro ha dirigido una represión violenta contra manifestantes tras las elecciones del pasado domingo, resultando en un trágico “baño de sangre”.
Durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, celebrada el 31 de julio de 2024, Almagro detalló que buscará la imputación de cargos contra Maduro y otros altos funcionarios venezolanos, en el marco de una investigación de la CPI sobre presuntos crímenes de lesa humanidad en Venezuela desde 2014. “Es hora de la justicia y nosotros vamos a solicitar la imputación de cargos con orden de aprehensión”, afirmó Almagro.
La situación en Venezuela ha empeorado tras la proclamación del Consejo Nacional Electoral (CNE) de la victoria de Maduro en las elecciones, un resultado que ha sido rechazado por la oposición y gran parte de la comunidad internacional. Según informes, al menos 17 manifestantes han muerto en protestas contra el gobierno venezolano desde las elecciones, lo que Almagro describe como una represión estatal dirigida.
Maduro, en un discurso previo a los comicios, advirtió sobre la posibilidad de un “baño de sangre” o una guerra civil si no ganaba las elecciones. Almagro expresó su consternación ante estos comentarios, señalando que lo que inicialmente parecía una amenaza abstracta se ha convertido en una realidad alarmante. “Fue algo que impresionó cuando lo dijo, pero me impresiona mucho más cuando lo está haciendo”, comentó Almagro.
Aunque la OEA no logró reunir la mayoría necesaria para aprobar una resolución que exigiera una verificación independiente de los resultados electorales en Venezuela, debido a la abstención o ausencia de países como Brasil, Colombia y México. Almagro instó a los Estados miembros a unirse a la petición ante la CPI. La comunidad internacional, en su mayoría, sigue demandando una revisión transparente de los resultados electorales en el país sudamericano.
La solicitud de Almagro ante la CPI representa un nuevo capítulo en la creciente presión internacional sobre el gobierno de Maduro, en un momento en que la crisis política y humanitaria en Venezuela alcanza niveles críticos.