En medio de un delicado conflicto territorial, 86 miembros del pueblo kankuamo se encuentran refugiados en la Casa Indígena de Valledupar, tras los recientes enfrentamientos con miembros de la comunidad arhuaca en el corregimiento de Sabana Crespo, zona rural de la capital del Cesar. El desplazamiento, que incluye a 41 menores y 45 adultos, ha encendido las alertas de la Defensoría del Pueblo, que ha iniciado acciones de acompañamiento preventivo y humanitario.
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El conflicto, que estalló el pasado 28 de abril por la disputa del predio Monte Sión, derivó en la quema y destrucción de al menos 17 viviendas y dejó un saldo de cerca de 20 personas heridas, entre ellas niños. La situación actual de las familias desplazadas es crítica: no tienen acceso a agua potable, baños ni elementos básicos de higiene o descanso, según el reporte oficial.
La Defensoría del Pueblo ha advertido una “grave afectación a los derechos fundamentales de 74 familias, especialmente de niñas y niños cuyas condiciones siguen siendo inciertas debido a la falta de comunicación y restricciones de movilidad en el territorio”. Por ello, la entidad hizo un llamado urgente al Gobierno nacional, organismos de socorro y autoridades locales para que garanticen atención inmediata, en especial en temas de salud, alimentación y protección a menores y mujeres gestantes.
Desde la otra orilla, el pueblo arhuaco, a través de la Confederación Indígena Tayrona, expresó su rechazo a las acusaciones en su contra. En un comunicado, aseguraron que el Cabildo Gobernador Arhuaco no ha promovido acciones violentas y reiteraron su respeto hacia el pueblo kankuamo. “No somos responsables de retenciones ni desapariciones”, afirmaron.
Ambas comunidades han coincidido en invitar al diálogo y activar espacios de concertación con la presencia de garantes nacionales e internacionales, con el fin de esclarecer los hechos y evitar que el conflicto se agrave. “La construcción de versiones unilaterales sin verificación conjunta puede generar malentendidos entre los pueblos hermanos y la sociedad en general”, concluyó la Confederación.