La emblemática Plaza Alfonso López y el Parque Los Algarrobillos se convirtieron en epicentro de la dulzura durante el cuarto día de la Feria del Dulce Vallenato ‘Sabores y Tradición 2025’, un evento que reúne a 120 dulceras con el propósito de preservar la tradición y deleitar a los visitantes con una exquisita variedad de sabores típicos.
Desde las 9:00 de la mañana y hasta las 10:00 de la noche, propios y turistas disfrutan de preparaciones que van desde el tradicional dulce de leche cortada hasta creaciones más innovadoras como el arequipe con cereza. La feria, que comenzó el Domingo de Ramos, no solo es una vitrina cultural, sino también una oportunidad para impulsar la economía local.
Los asistentes no han dudado en expresar su entusiasmo por el evento. “Ya esta es la cuarta vez que vengo. Excelente. Hay diversidad de sabores, algunos innovadores. Me gustaron mucho el de icaco, el de mamón y el de café”, expresó George Bonet, uno de los visitantes.

Por su parte, Nelly Fonseca celebró la oportunidad que ofrece la feria para los turistas. “Eso está bueno, que la gente foránea llegue a disfrutar de los sabores de este Valledupar. El que más me gusta es el de leche”, afirmó.
Adriana Fontalvo, otra asistente habitual, aseguró que la feria ya hace parte de su tradición familiar, siempre va y “este año me ha parecido espectacular, mejor que otros años. Hoy probé un dulce nuevo: arequipe con cereza. Me encantó”.
Desde la experiencia del paladar hasta el cariño por lo local, muchos no se cansan de repetir su visita, como lo mencionó Alber Rincones. “No había probado el de yuca, excelente, el mejor. Yo soy de acá y cada vez que veo la oportunidad de venir, la aprovecho”.
Ana Villarruel, una de las dulceras participantes, contó que el mongo mongo ha sido uno de los productos estrella este año. “Tenemos dulces de piña con coco, maduro, leche cortada, trifásico, mongo mongo, grosellas, corozo, entre otros. Gracias a Dios nos ha ido bien. Tenemos muchos visitantes de afuera que han venido”, aseguró.
Con precios entre los $4.000 y $12.000, esta feria no solo resalta el talento culinario de las mujeres del Cesar, sino que también promueve el turismo y el rescate de sabores ancestrales que hacen parte del alma vallenata.