Federico David Molina Daza de 35 años fue imputador por la Fiscalía General de la Nación por el delito de violencia intrafamiliar agravada, debido a los maltratos físicos y verbales a los que sometió a su expareja, Yulieth Calderón Cantillo en hechos ocurridos en 2020 en el corregimiento Guacoche, jurisdicción de Valledupar.
Después de una lucha por parte de los demandantes, el Juzgado Tercero Penal con funciones de control de garantías avaló lo solicitado por el ente acusador y judicializó al hombre de oficio conductor.
Todo empezó gracias a la denuncia hecha por la hermana de la víctima, quién aseguró que su familiar fue golpeada por Molina Daza en varias oportunidades. Una de esas, fue en noviembre de 2020 cuando “la dejó inconsciente después de una discusión, él mismo la trajo hasta la puerta y decía que la había matado, y yo la llevé a la clínica.
Después de que la mujer se recuperó, la hermana, decidió emprender las acciones legales para que se diera justicia en este caso de violencia intrafamiliar.
Sólo trece meses después, el CTI de la Fiscalía logró capturar al conductor de ambulancia y llevarlo ante un juez, quién al final lo cobijó con la medida de detención domiciliaria.
