La desnutrición infantil sigue siendo una herida abierta en el departamento del Cesar. En lo corrido de 2025, ya se han reportado 512 casos de desnutrición aguda moderada y severa en niños menores de cinco años, cifra que representa un aumento del 4% respecto al mismo periodo del año anterior, de acuerdo con el informe del Sistema de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila).
Este incremento ha ubicado al Cesar en el octavo lugar nacional entre las 31 entidades territoriales con más casos, una situación que refleja un grave problema de salud pública que golpea con fuerza a los sectores más vulnerables del territorio.
Pero el aumento no ha sido uniforme, municipios como Curumaní han presentado un incremento del 1.100 %, pasando de 1 a 12 casos. Le siguen Pailitas, con un crecimiento del 133 % (de 3 a 7 casos) y La Paz, que duplicó sus cifras con un aumento del 125%. El Paso y Tamalameque también encendieron las alarmas al reportar un alza del 117%, subiendo de 6 a 13 casos.
Otros municipios como Río de Oro, Chimichagua, La Gloria, Bosconia y Manaure también reportaron aumentos en sus estadísticas, al igual que Aguachica, donde los casos subieron de 18 a 26. La capital del departamento, Valledupar, registró una de las cifras más preocupantes, 144 casos en lo que va del año, frente a los 108 del mismo periodo de 2024.
Con una tasa de 0,43 casos por cada 100 niños menores de cinco años, el Cesar supera el promedio nacional, que se ubica en 0,32. Además, el 92% de los niños afectados pertenece al estrato 1, y el 94% está afiliado al régimen subsidiado de salud, evidenciando la estrecha relación entre la pobreza y la desnutrición.
Otro dato que preocupa a las autoridades sanitarias es que más de uno de cada cinco casos es reincidente. En total, 108 niños siguen enfrentando un diagnóstico de desnutrición aguda a pesar de haber sido detectados previamente, lo que apunta a fallas en el seguimiento y la atención integral.