Opinión: El arte de perdonar

Por: Elba Bonet

La vida es un juego de pruebas, de retos, de circunstancias inesperadas y de construcción constante.

Un día estamos al borde del abismo y, al siguiente, en la cima. Así, paso a paso, vamos moldeando lo que somos y lo que estamos llamados a ser.

Este fin de semana me enfrenté a mis miedos. Me vi cara a cara con heridas que creí con el tiempo haber superado y con otras que apenas comenzaba a entender. Me cuestioné, lloré, me perdoné y sentí cómo algo dentro de mí se liberaba.

Cargamos tanto durante tanto tiempo que olvidamos lo liviano que es el alma cuando se suelta. Y en medio de ese silencio que solo se encuentra cuando uno toca fondo, sentí a Dios, no como juez, sino como ese Padre tierno que abraza.

Ahí entendí que no tengo que cargar sola con todo, que Él es el camino y que cuando lo tengo a Él, no me falta nada.

¿Crees en Dios? ¿Cómo y dónde lo buscas?, solo tú lo sabes, pero hoy quiero decirte que Él nunca abandona; está ahí, incluso cuando creemos que no merecemos su amor; su perdón no tiene condiciones, porque su amor es eterno.

Este fin de semana también conocí a un grupo de mariposas que me recordaron que aún estoy en un proceso; el capullo se rompe poco a poco y perdonar es el primer paso para sanar.

También entendí que equivocarse no está mal; lo verdaderamente doloroso es intentar demostrar que podemos con todo solas, sin pedir ayuda y alejándonos de quienes de verdad nos aman.

Hoy agradezco por mi familia, por mis amigos que me quieren tal como soy, por los que no siempre entienden pero aún así se quedan. Por mis compañeros de trabajo, que han aprendido a leer mis silencios y respetar mis tiempos.

Dios no pone pruebas que no podamos superar y aunque a veces no entendamos su plan, todo está escrito en ese libro sagrado que guía nuestros pasos. Con Él vamos sorteando cada etapa hasta convertirnos en esa mariposa que un día alzará el vuelo muy alto.

Aquí sigo, caminando contigo. Creciendo, sanando y mostrándote que todos somos iguales; todos estamos en construcción y cada nuevo día es un regalo para agradecer y sonreír.

Post Author: Tatiana Orozco

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *