Con apenas 18 años de edad, Andrea Carolina Bermeo Chogó, se visualizaba como una gran profesional. Las metas y sueños que tenía por cumplir quedaron estancadas aquel viernes 27 de septiembre cuando unos delincuentes le arrebataron la vida.
Ese día, Andrea Carolina se dirigía hacia su hogar luego de terminar la jornada laboral. El camino desde el corregimiento de La Loma, municipio de El Paso, hacia La Jagua de Ibirico, Cesar donde residía, se convirtió en el escenario de una tragedia que ha dejado un profundo vacío. En medio de un hurto, dos irresponsables no podían conformarse con quitarle la motocicleta sino además decidieron vilmente desaparecer su existencia, justo cuando estaba a punto de reencontrarse con los suyos.
Andrea Bermeo era una joven conocida como “risueña y madura”, había finalizado su bachillerato en 2022 y estaba realizando sus prácticas en la empresa Masa Stork, tras estudiar una carrera técnica en el Sena. Su futuro parecía brillante, pero fue interrumpido de manera brutal y repentina.
“Todos recordaremos a Andrea como una niña feliz, siempre con una gran sonrisa”, compartió Johana Bermeo, su tía, visiblemente afectada por la tragedia. Para ella, su sobrina era como una hija, y el vínculo entre ambas era irrompible. “Nos comunicábamos siempre, lo último que hablamos fue que nos veríamos esta semana”, relató Johana quien se encontraba en Bogotá al momento del asesinato.
La noticia de su muerte conmocionó a toda la comunidad. La mañana del lunes 30 de septiembre, un cielo gris cubría La Jagua de Ibirico, donde familiares, amigos, compañeros de trabajo y vecinos se reunieron para despedir a Andrea Bermeo en una ceremonia cargada de emociones. Las calles, usualmente bulliciosas, se sumieron en un respetuoso silencio que acompañó el último adiós a la joven.
