Las aulas flotantes que se construyeron para dignificar la educación de los niños de la Escuela Nuestra Señora del Carmen, en Sempegua, jurisdicción de Chimichagua, siguen flotando pero sin alumnos, debido a que desde hace dos años no se habitan debido a que no cuentan con las óptimas condiciones para que 242 niños reciban su formación académica allí.
“En la comunidad no tenemos planta física como tal, con lo único que contamos son con las aulas flotantes que hoy se encuentran en mal estado. Dos años llevamos detrás del alcalde para que nos colabore, lo hizo pero a medias. Las aulas continúan en mal estado porque las ventanas y puertas no sirven, como tampoco el sistema eléctrico y las baterías sanitarias”, expresó Jesualdo Nobles, director de la institución.
Desde que inició la pandemia en 2020, producto de la crisis sanitaria a nivel mundial por el Covid-19, estudiantes y docentes no impartían clases de manera presencial, por lo que desadaptados terminaron de dañar y vandalizar el plantel.
PORTAL ENLACE conoció que hace poco en este lugar se inició la construcción de un megacolegio con el que se busca ampliar la capacidad escolar y mejorar las condiciones de estos alumnos, sin embargo, el pasado domingo, el puente por el que se transporta el material de construcción y que conecta a este corregimiento con la cabecera municipal, se cayó, por lo que hay retrasos.
Nobles comenta que ya son cuatro años los que la comunidad lleva clamando a las autoridades ayuda, señalando que dan clases en aulas improvisadas con techos de zinc, debajo de árboles, dentro de iglesias o en patios de las casas de personas generosas que ponen las ponen a su disposición, “estamos trabajando mal, las adecuaciones que hizo la Alcaldía fueron protectores de ventana y pintura a la infraestructura”.
Es de anotar que este modelo de sistemas flotantes se construyó en 2013 por la Universidad EAFIT en convenio con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo del Desastre y La Unión Europea, con el objetivo crear tres aulas en materiales livianos que se pudieran adaptar a los cambios en el nivel del cauce del río Cesar y su desembocadura, la Ciénaga de Zapatosa, y flotaran sin que afectaran el desarrollo de las actividades académicas.
Según director de la institución, fueron 7 años en los que se brindó un servicio educativo decente, permitiendo que los estudiantes adquirieran su conocimiento en ese lugar y no estar obligados a desplazarse a las Instituciones de la cabecera municipal. “Pero hoy no basta; día a día se alojan en un recinto de 240 metros cuadrados lo que ocasiona que decenas de alumnos de los grados preescolar, primaria y secundaria estén hacinados”.
Aunque hasta el momento no se ha presentado alguna eventualidad con estos niños, pues están a la intemperie en medio de una época invernal donde están vulnerables ante el ataque de algún animal o adquirir enfermedades virales, Jesualdo Niebles hizo un llamado a las autoridades para que se apersonen de la situación y hagan frente ante esta lamentable realidad.
Portal Enlace intententó comunicarse con la Alcaldía de Chimichagua pero no fue posible.
