Elías Fonseca Corina, miembro del comité ejecutivo de la CUT en Cesar, se pronunció sobre lo ocurrido con Dibeth Quintana, integrante de la federación sindical minero energética – Funtramiexco, quien resultó lesionada este miércoles en hechos que aún no son esclarecidos por las autoridades, pero que se han sabido de forma escueta por la denuncia levantada por la central de trabajadores.
“El hecho que se ha registrado frente a la compañera merece el repudio de la sociedad, debido a la acusación que tiene por unas actuaciones sindicales en una de estas empresas petroleras. Fue agredida físicamente (el miércoles)”, dijo el sindicalista sobre Quintana, quien fue internada en el hospital de Aguachica.
Agregó que este es un hecho que atenta contra la libertad sindical, “el derecho de la gente a expresar nuestra inconformidad”, en este caso concreto la explotación de petróleo y la minería.
“Queremos señalar que los dirigentes sindicales representamos los intereses de los trabajadores y de las comunidades y que tenemos todo el derecho a representar todas nuestras reclamaciones y protestas y se nos debe proteger a ese derecho”, manifestó Elías Fonseca.
Elías Fuentes, miembro de la CUT.
Si bien la Policía ha informado que desconoce qué ocurrió y se mantiene un hermetismo sobre cómo ocurrieron los hechos, Funtramiexco y la CUT publicaron un comunicado de prensa en el que indican:
“Nuestra federación sindical rechaza de manera categórica el hecho de detención, secuestro y amordazamiento de la que fue víctima nuestra lideresa Sindical y social, Dibeth Quintana, en Aguachica… Lugar al cual se había desplazado a atender un trámite de conciliación en la Fiscalía con los funcionarios de Ecopetrol S.A. por hechos ocurridos en meses pasados, en desarrollo de su actividad sindical como dirigente de la Subdirectiva Única del Oleoducto – SUO”.
“Como antecedente tenemos que la misma compañera Dibeth María Quintana, tuvo que salir del área de Barrancabermeja en el año 2003, por graves amenazas a su integridad, seguimientos y hostigamientos que sobrevinieron posterior a su denuncia en el Club Miramar ante el Vicepresidente de la República de la época, de la existencia de un programa implementado por Ecopetrol denominado de “Mejoramiento de Comportamientos y Competencias” el cual resultó ser un programa de persecución sindical, acoso laboral y violatorio de los Derechos Humanos, según lo constató la Defensoría Nacional del Pueblo, el Ministerio del Trabajo y la Procuraduría General de la Nación”.
