Dos universitarios proponen un sistema para garantizar la seguridad alimentaria en hogares rurales

Teniendo en cuenta la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria en los hogares colombianos, dos estudiantes de séptimo semestre de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz proponen un sistema acuapónico automatizado y de bajo costo.

“Los sistemas acuapónicos son eficientes porque vinculan la producción de plantas hidropónicas con sistemas acuícolas de recirculación”, explica el ingeniero en automatización Juan Jairo Vaca González, docente de la UNAL Sede de La Paz.

Agrega que “la acuaponía es el proceso de cultivo de organismos acuáticos y plantas en simbiosis, en el que el efluente de la acuicultura sufre transformaciones microbianas para utilizarlo como fuente de nutrientes para el crecimiento de las plantas, mientras que la absorción de nutrientes de las plantas remedia el agua para la acuicultura”.

La novedad de este proyecto consiste en automatizar el proceso de recirculación de agua y nutrientes, monitoreando variables como el pH o los niveles de acidez, la conductividad eléctrica, el nivel y la turbidez del agua, y la temperatura. Al medir estas variables se pueden tomar decisiones para mejorar la producción agrícola de las hortalizas que se están cultivando.

Además, el reto es que dichos sistemas sean de bajo costo, de manera que los campesinos de bajos recursos los puedan utilizar y que los implementen en los patios de sus hogares. Así cultivan hortalizas para consumo de la familia y también para la venta.

“Un sistema como este puede ayudar a las personas a tener una fuente estable de alimentos. Es muy versátil, por lo que se puede aplicar tanto a pequeña escala –para hogares individuales– o en instalaciones más grandes”, coincidieron en manifestar los estudiantes Hugo Rincón y Alejandro Rubio.

El sistema acuapónico planteado busca aprovechar los desechos orgánicos de una cría de peces para producir vegetales, reduciendo en gran medida el consumo de recursos como agua, tierra y fertilizantes. Cuando se implementa con un monitoreo de variables claves puede mejorar la producción y calidad de ambos sistemas.

“La propuesta consiste en un tanque de peces del que se toma el agua sucia y se hace circular por un cultivo sin tierra, en el que las plantas tienen siempre un flujo de agua con nutrientes. Para este caso tomamos una tubería de PVC y le abrimos unos huecos, fijamos unas esponjas, y ahí es donde se ubican las plantas. Como las raíces siempre tienen los nutrientes, que vienen del agua de peces, crecen mejor que en una siembra normal, por lo que se ahorra bastante agua y fertilizante”, explica el estudiante Rincón.

Agrega que, “percibimos que en la región Caribe la seguridad alimentaria es algo que no se puede dar por sentado; yo vengo de un hogar donde las tres comidas son fijas, nunca me pasó por la cabeza que alguien no las tuviera, pero a medida que crecí y sobre todo cuando entré a la Universidad me di cuenta de que muchas personas tienden a comer menos porque no tienen otra alternativa”.

El docente Vaca recalca que “en Colombia, gracias a la amplia biodiversidad tanto en peces como en hortalizas del país, los sistemas acuapónicos tienen gran potencial de implementación en todo el territorio”. “En la actualidad hay muchos proyectos que están utilizando la acuaponía artesanal para cultivar diferentes tipos de hortalizas. El reto es poder automatizar estos sistemas y hacerlos mucho más eficientes y sostenibles en el tiempo”, concluye.

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